Actualmente la mayoría de las empresas lideres de casi cualquier industria trabajan para lograr un impacto positivo. La transición hacia modelos de negocio sostenibles ya no es una cuestión de "si" o incluso de "cuándo", sino de "cómo" y "con qué rapidez".
Los planes de trabajo eficaces para conseguir este cambio requieren una alineación clara y sólida en toda la organización: mandos intermedios y superiores, equipos y servicios de apoyo. ¿Cómo preparar a los equipos para los cambios que se avecinan y mantener el impulso hacia un modelo de negocio sustentable? ¿Por qué resulta tan difícil manifestar los esfuerzos necesarios para lograr un impacto positivo?
En PALO IT nos hemos establecido objetivos empresariales y operativos que nos sitúan en primera línea en este tópico, así que he pensado compartir contigo algunas de nuestras conclusiones:
Cuando examinas el impacto, estás adoptando un punto de vista sistémico, aceptando contemplar un problema desde un punto de vista más amplio y global. Cuando desarrolles algo nuevo o propongas cambios, debes estar dispuesto a considerar los posibles efectos secundarios que conlleva este cambio. El nivel de influencia sobre estos efectos variará, pero en cualquier caso tienes que reconocerlos.
Siempre habrá impactos positivos y negativos
Un refrán popular francés dice que "no se puede hacer un Omelette sin antes romper los huevos", aquí pasa exactamente lo mismo, para producir algo nuevo primero debes de romper las reglas, explorar, modificar tus resultados y tomar la responsabilidad de ellos. Pero ¿qué es el impacto positivo? La Iniciativa Financiera de la ONU considera que un proyecto es positivo si contribuye "a uno o más de los tres pilares del desarrollo sostenible (económico, medioambiental y social), una vez que se ha identificado y mitigado debidamente cualquier posible impacto negativo en cualquiera de los pilares".
Para explorar los posibles efectos, tanto positivos como negativos, consulta nuestra herramienta de diseño con impacto disponible aquí.
Así pues, el concepto de "impacto positivo" se basa en la idea de que tu proyecto sólo puede considerarse positivo si sus beneficios superan a los impactos negativos. El reto reside en fijar un perímetro adecuado para medir los efectos de tu proyecto. Si delimitas un perímetro demasiado pequeño pasarás por alto lo que necesitas mitigar, contrario a esto, si el alcance de tu perímetro es demasiado grande, tu proyecto podría fracasar a pesar de los evidentes y sustanciales beneficios "positivos".
Las evaluaciones que se utilizan para medir la responsabilidad social ayudan a las empresas a priorizar sus esfuerzos de impacto; PALO IT tiene su propia versión, disponible para su uso aquí.
Reconoce las interdependencias
En cierto modo, tu proyecto es como una piedra arrojada a un estanque: generas un efecto dominó, ya que tu producto o servicio afectará a otras empresas, personas y recursos. El hecho es que no eres la única empresa, producto o servicio en el mercado. Otros también están tirando su propia piedra, generando ondas que te alcanzarán a ti también. Centrarse en el impacto pone de manifiesto lo interdependientes que somos y exige sincronizarse con tu ecosistema. Por ejemplo, esto es particularmente obvio para cualquier empresa que invierta en reducir el alcance 3 de sus emisiones de efecto invernadero directo: Siempre dependerás de partes interesadas como vendedores y proveedores, y como tal, necesitarás influir en sus procesos para mejorar su propio rendimiento de carbono.
¿Cómo hacerlo? Aquí algunos consejos:
1.- Fija objetivos realistas
Es muy fácil desanimarse y abandonar la meta cuando el cambio se produce a un ritmo muy lento.
Si haces una declaración audaz pero no la llevas a la práctica, o cuestionas tu ambición cuándo no involucra a tus equipos, habrás perdido una oportunidad "casi única" de unir a los interesados a tu causa.
De este error se puede volver, pero es muy probable que la segunda vez te resulte mucho más difícil movilizar a la gente. Empieza siempre por lo pequeño, por lo inteligente y reúne a los primeros interesados, después, construyan juntos los objetivos.
2.- En los detalles se encuentra el cambio
Para generar un impacto positivo se requiere adoptar un punto de vista sistémico, esto se traduce en implementar varias acciones que se ejecuten simultáneamente para lograr cambios efectivos. Por ejemplo, cambiar un proceso de fabricación requerirá la cooperación de toda la cadena de valor y la realización de pequeños ajustes a lo largo de la misma.
Esto puede resultar desalentador para colegas o partes interesadas que esperan un cambio obvio, visible y rápido para solucionar un problema, pero la mayoría de las veces, es la suma de varios pasos específicos a lo largo del tiempo lo que realmente proporciona el resultado esperado.
3.- Encuentra un punto de referencia y comprueba tu progreso haciendo mediciones
La mejora del impacto positivo se produce a nivel operativo. Medir es clave para observar si los cambios funcionan, pero requiere trabajo adicional. Trabajar con las partes interesadas y los equipos para determinar qué y cómo medir te ayudará no sólo a mejorar la calidad de los datos recopilados, sino también a encontrar la frecuencia de medición adecuada para que se produzca un cambio perceptible.
4.- Comprueba y corrige continuamente la alineación
Un grupo de investigadores universitarios que examinó por qué los líderes fracasaban o tenían éxito en la ejecución de su visión descubrió que es esencial crear "una alineación estratégica entre los mandos intermedios antes de que comiencen los esfuerzos de ejecución de la estrategia. No debe tratarse de una comunicación puntual, sino de un diálogo; las personas sólo se apropiarán del cambio estratégico si se les convence constantemente de su valor".
En resumen
Conseguir un impacto positivo para tu empresa no tiene que ver con la certificación o la mejora tecnológica: a menudo se eligen estos objetivos, pero al final solo distraerán a tu equipo del propósito primordial ¿Por qué está cambiando tu organización? ¿Cuál es el objetivo final? Siempre puedes fijarte en datos o indicadores para aportar claridad, pero no dejes que eso determine cómo aplicar los cambios necesarios.
En el fondo, una empresa sustentable consiste en gestionar el cambio. Como cualquier empresa estratégica, requiere dinero, habilidades interpersonales, cooperación y paciencia. Hay que fomentar un cambio de mentalidad y aportarle los medios necesarios para que se produzca.
Tu equipo y tú están pisando terreno nuevo: un impacto positivo significa favorecer los enfoques colaborativos frente a los competitivos, desde los compañeros del sector hasta toda la cadena de suministro.
Deben cultivar hábitos de comunicación saludables y una mentalidad ágil. Fomenta el ajuste continuo, la experimentación y compartan las lecciones de sus fracasos. Aunque el cambio hacia la sustentabilidad es un territorio desconocido, la buena noticia es que puedes confiar en la gestión del cambio, los talleres orientados a la acción y la ciencia de los datos para ayudarte en este viaje.
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